El drenaje de la casa puede dividirse en superficial y subsuperficial. La diferencia radica en el lugar donde se instala el sistema. En el caso de los sistemas de drenaje subsuperficial, los componentes (en su mayoría tubos perforados) se colocan en profundidad a lo largo de los cimientos de la casa, donde recogen el agua de lluvia antes de que pueda dañar los cimientos o el sótano.
En el caso de los sistemas de drenaje superficial, se instalan en el pavimento exterior (canaletas y sumideros) y alrededor del tejado (bajantes). Su función es drenar el agua superficial antes de que pueda provocar estancamientos o penetrar en la mampostería.